miércoles, 28 de mayo de 2014

GODZILLA

No es la primera vez que un tráiler hace que la expectación crezca por ver una película. En este caso particular, la imagen de esa patrulla saltando de un avión y cayendo sobre una ciudad como ángeles que iban dejando una estela roja fue realmente impactante. En una enorme nube de polvo se vislumbraba el rostro del monstruo, de Godzilla (o Gojira para los nipones...)
Lo malo de todo esto es que luego ves la película y, la verdad, no es para tanto. De hecho, se me hizo bastante larga y aburrida. Al principio vemos al matrimonio formado por dos técnicos-científicos que trabajan en una central nuclear japonesa, los actores Bryan Cranston y Juliette Binoche, que antes de que pase la primera media hora de cinta ya han muerto (siento el spoiler...), dejando claro que su corta participación en la cinta roza el cuasi cameo.
El verdadero protagonista de la película, algunos años después, es joven militar artificiero Ford Brody (Aaron Taylor-Johnson, más inexpresivo de lo habitual) que se va a ver metido en el medio de una crisis mundial cuando unos imparables monstruos bautizados como Mutos arrasen varios lugares...
¿Y quién acude para salvar a la Humanidad? Pues nada más y nada menos que otro monstruo, Godzilla! Pero en ningún momento se nos explica por qué lo hace. ¿Es bueno el regordete y gigantezco bicho nacido de la radiactividad?¿Qué lo lleva a hacer lo que hace? ¿Por qué la marina de los USA lo escolta en su búsqueda de los otros colosos?
Mientras tanto, Ford va de un sitio a otro, separado de su mujer e hija... Por cierto, ella (Elizabeth Olsen) lo único que hace es mirar hacia arriba y poner caritas...
Y todo para ver algunas peleas que sin explicación son cortadas, volviendo al suelo, a la gente que huye como hormigas de una inundación.
No sé, pero me da la impresión de que este reboot ha llegado demasiado tarde. No llega a la altura de la divertidísima Pacific Rim, donde los monstruos sí que molan. Porque esa es otra cosa, el horrible diseño de los Mutos, que tienen pinta de seres metálicos más que de otra cosa.
En fin, larga, previsible y lo peor de todo, aburrida.