Apodado Iceman, estuvo realizando esta labor durante veinte años, convirtiéndose en una leyenda en los bajos fondos de la ciudad. De hecho, en la última etapa de su carrera llegó a formar tándem con otro asesino a sueldo, el risueño Mr. Freezy (Chris Evans) que recorría la ciudad en su camión de los helados.
La película cumple su objetivo a la perfección, narrarnos la vida de este tipo, su esposa (recuperada Winona Ryder) e hijas. Lo único que se hecha en falta es un poco más de personalidad a la hora de dirigirla, ya que hay momentos en los que se roza el mundo telefilm. Menos mal que la presencia del gran Shannon hace que la película suba varios puntos, acompañado por un muy buen elenco, entre los que cabría destacar además de los ya nombrados a un sorprendente David Schwimmer (Friends) y un breve James Franco.
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