miércoles, 30 de enero de 2013

THE COLLECTION

The Collector fue en su momento un soplo de aire fresco en el viciado subgénero del torture porn, la saga Hostel y la larguísima serie Saw había mostrado ya todas y cada una de las barbaridades a las que se puede someter al ser humano.
Pero lo bueno de la película escrita por Patrick Melton y Marcus Dunstan es que comenzaba con la historia de un ladron de poca monta que, sin comerlo ni beberlo, se da de bruces con el psicópata conocido como El Coleccionista, un tipo que siembra de letales trampas la casa de la familia que ha contratado a Arkin, el ladrón.
Después de mucho padecimiento y escapar por los pelos, una y otra vez, de sus trampas, Arkin es atrapado e introducido en un baúl de viaje (uno de los objetos-símbolos del psicópata) con un destino incierto...
Entre película y película han pasado tres años, aunque en la nueva cinta, nos volvemos a encontrar con Arkin, que ha sido sometido a varias torturas, pero sigue vivo y lo que es más importante, cuerdo.
El Coleccionista hace de las suyas en un discoteca, masacrando a docenas de jóvenes y raptando a la hija de un millonario, Elena.
En medio del descontrol, Arkin logra liberarse pero es incapaz de rescatar a la chica. Horas después, cuando se recupera en la cama de un hospital, es abordado por Lucello, un guardaespaldas al servicio del padre de la muchacha y lo "invita" a que ayude a su grupo de especialistas a encontrarla y liberarla. Obligado, debe regresar al lugar de su confinamiento, el Teatro Argento (!) y allí deberán enfrentarse no sólo al asesino, sino además a las trampas y secretos que esconde en un laberinto letal.
La diferencia de esta secuela con la anterior película es que lo que en aquella era original, aquí se limita a ser un slasher más, a lo Saw, sin ningún tipo de originalidad y en el que el protagonista Arkin, se transforma en un tipo con demasiada suerte, ya que siempre se libra por los pelos de la muerte... Distraida, con algún apunte curioso, pero demasiado tramposa y facilona.

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