lunes, 5 de marzo de 2012

CHRONICLE


Hay un nuevo valor en la industria norteamericana, el guionista Max Landis. ¿Os suena el apellido? Sí, es el hijo de John Landis. Con esa carta de presentación valdría para fijar nuestra atención en él, pero es que además ha escrito el guión de esta película que nos situa en la vida de Andrew, Matt y Steven. El primero es un chaval traumatizado por un padre bebedor y violento. Además su madre se está muriendo y él no puede hacer nada para ayudarla. En el instituto las cosas no son muy diferentes, es el centro de atención de los matones y las chicas ni siquiera lo miran.
Su primo Matt es otra historia, es un guaperas, buen tipo. El yerno perfecto.
Para finalizar el trío, Steven, el alumno con más carisma del lugar, con pretenciones políticas.
Los tres se encontrarán frente a lo inesperado, lo desconocido, al descubrir un agujero en medio del bosque, descienden por él para hallar una extraña roca refulgente.
A los pocos días del "contacto", los chicos se dan cuenta de que están desarrollando poderes telequinéticos, que van in crescendo. Al principio se lo toman como algo divertido, gastando bromas a los viandantes, pero Andrew no está bien y todo el resentimiento y rabia que guarda lo sacará cuando se de cuenta de lo poderoso que es.
El resultado será catastrófico.
Esta es una de las grandes pelis del año, junto a Monstruoso, una interesenta muestra del subgénero found footage que tan buenos resultados ha dado (REC, Paranormal Activity, The Last Exorcism...).
Una película bien hecha, con un guión original, con unos fx muy convincentes y que te deja pegado en la butaca. ¿Cómo serían las personas con superpoderes en el mundo real? Aquí tienes la respuesta...

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