¡Cuidáos de aquellos trailers que os venden la moto...! Me refiero a esas imágenes que se nos muestran y que, bien montadas hacen que tengamos ganas de ver una película. Vendida como la sucesora de Monstruoso, la historia nos cuenta que un virus alienígena llegó a la tierra en una nave espacial y contaminó toda la zona de Nuevo Mexico, separando el continente norteamericano de Sudamérica. Los protas de la cinta son Samantha, la hija del millonario propietario de un periódico y Andrew, un cínico fotógrafo al que se le encarga encontrarla y llevarla de regreso a su casa.
Por el camino se encontrarán con ruinas de edificios, restos de una supuesta batalla que aún se libra contra los seres que han mutado, convirtiéndose en gigantezcos pulpos.
Filmada con un estilo documental, la cinta es pelín aburridilla, nada que ver con la magnífica cinta de Matt Reeves, y se convierte en una road movie con pocos sobresaltos (unos tres) y que bueno, se deja ver sin poder evitar algún bostezo que otro.
Un intento de cine indie fantastico-documental con poca chicha y un final bastante previsible...
Los efectos y trucajes están muy bien integrados en la imágen real. Es la única nota positiva.
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