martes, 23 de febrero de 2010

LEGION


Un extraño que aparece, de repente, en la ciudad.
Una camarera embarazada.
Acontecimientos apocalípticos.
Un segundo extraño que viene para borrar de la faz de la Tierra a la madre y su hijo.
Una carretera que se pierde, en medio del desierto.
¿Hablamos de Terminator? No, amigos, no. De los USA nos llega la última prueba de que algunos directores/guionistas piensan que un sector del público sufre de amnesia aguda (el otro son borregos palomiteros...). Y es que esta peli, cuyo trailer prometía bastante, nos deja con mal sabor de boca y encima pensando que han tratado de estafarnos.
Dios está asqueado de su principal creación, el hombre. Michael, uno de sus angeles, no piensa lo mismo y huye. Una vez llega tendrá que buscar al nonato, que, oh casualidad, está (dentro de su mamá) en una cafetería de carretera donde Cristo dio al última voz. A partir de aquí tenemos a una serie de personajes encerrados en el lugar y masacrados poco a poco por humanos poseídos (no me quedó muy claro por qué...), recordando a The Matrix... Y todo esto es para que el bebé pueda nacer y liderar a la humanidad, etc, etc...
Y bueno, que más se puede decir. Al menos dura poco y no se aburre uno, que ya es mucho.
Recomiendo una revisión de la cojonuda Angeles y Demonios (cuidado!, no el truño del Dan Brown y Ron Howard, ojo!, sino The Prophecy de Gregory Widen, con le genial Christopher Walken)

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